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No pido compasión para mis quejas
Este volumen reúne los libros del autor publicados entre 1993 y 2023; abre con el más reciente: El telar del infinito, cierra con el más antiguo: Tronco abierto. Ha ganado los premios Ciudad de Alcalá (Madrid, 2020) y Mesoamericano Luis Cardoza y Aragón (Guatemala, 2010) entre otros. De su obra opinan aquí los poetas
Dolores Castro, Ernesto Lumbreras, Balam Rodrigo y Jorge Ortega. José Landa ha construido la destrucción. Construido porque al quitar lo que le sobre en el arte y la vida, destaca en la sombra mucho más de lo que podrían haber descubierto los iluminados, aunque por otra parte él mismo sea un iluminado sin ídolos, sin olvido, sin falsos deslumbramientos.
DOLORES CASTRO (sobre La confusión de las avispas, 1998)
La publicación de este libro, estoy convencido, coloca a su autor en un lugar de excepción dentro de la actual poesía mexicana.
ERNESTO LUMBRERAS
(Contraportada de Álbum extraviado en aguacero)
El «runático» y sabio José Landa —gramático, vidente y poeta— ha escrito un fascinante libro que es dorso y envés del infinito espejo de la imaginación.
BALAM RODRIGO
(Contraportada de El grimorio secreto de la luz)
El telar del infinito constituye un testimonio resuelto y vigoroso, zigzagueante y sonoro, sobre la arborescencia de la realidad en la cámara de los sentidos, la habitación de la inteligencia.
JORGE ORTEGA
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Destino de playaLibro impreso: $110
Con síntesis y enumeraciones, Óscar Reyes Hernández vierte en su poemario "Destino de playa" un panorama y una crítica de Cancún en una textura de desigualdades sociales y grupos humanos diferentes, en contraste con la belleza natural y los slogans turísticos.
Entre destellos líricos y enunciaciones directas, se va tejiendo aquí un entramado lleno de personajes y situaciones, cuyas acciones dibujan estatus y modos diversos de percibir las realidades, que muchas veces son crueles y abrumadoras, marcadas por el poder.
Aire de actualidad, segmentos testimoniales, caos, voces que se pierden luego de haber gritado en un demagógico paraíso que tiene dueños y donde impera la mentira… fluyen en estas líneas hirientes, sin que el discurso, en su intención abarcadora, roce el panfleto.
A pesar de la tragedia (soterrada y explícita) que viaja en el ritmo rápido del verso breve, también aflora el paisaje de barcos y playas, animales del trópico y horizontes marinos en una dualidad donde se anuda, con sus conflictos insondables, la propuesta de Óscar.
AGUSTÍN LABRADA