El contacto diario con personas cuya tarea es aprender, proporciona vivencias exclusivas, difíciles de hallar en otro tipo de actividad. La curiosidad, la duda, la pregunta, la creatividad son ingredientes en ese intercambio; también los problemas y los retos que viven los docentes frente a los de los estudiantes que, a fuerza de su constancia, se convierte en lo cotidiano. Un cotidiano que sale de las aulas y ocupa las conversaciones de los profesores tanto en sus espacios de trabajo como en los de esparcimiento.
Manuel Gil Antón, con su estilo franco y ameno nos comparte esos encuentros donde predomina la mirada de los profesores hacia los estudiantes: ¿Quiénes son ellos? ¿Cómo son? ¿Cómo aprenden o por qué no aprenden? ¿Lo que piensan los maestros de los estudiantes corresponde a lo que ellos piensan de sí mismos? Algunas respuestas son dadas en estos diálogos, otras quedan en un suspenso propicio para próximas charlas.